miércoles

Eufemizar el odio



Podría ser tu vieja o tu hermana, no me sirve, los extranjeros representan menos del 4% de la atención en hospitales públicos, no me sirve. No tengas miedo, se siente como una picadura de mosquito, que digas falleció, no me sirve que intentes domar tu desprecio hacia las mujeres, los migrantes, mi dolor.

domingo

La palabras y los prácticas I


Necesitamos más análisis. Por ejemplo, de vocabulario. No puede existir una sola palabra para referirse a la violación en español, inglés o francés. Y que sea la misma en el caso de las violaciones en conflictos armados, las agresiones domésticas dentro de la pareja o la violación bajo amenaza de muerte.

Ya que hemos comprendido lo comunes que son, deberíamos crear por lo menos 30 palabras distintas para diferenciar cada tipo de violación.

lunes

Novedades editoriales

Tengo el nombre de mi próximo libro "No me anduve enamorando últimamente" no va a ser un libro de auto ayuda new age ni de empoderamiento femenino ni de círculos de mujeres. Va a ser un libro de cumbia, departamentos a medio barrer, paradas de colectivo, melancolías, lecturas inspiradoras y borracheras memorables, no se lo pierdan, apenas lo escriba se los paso.

Si tu hijo nace durante el patriarcado....

Me gusta el nombre de "Amador" para un hijo. Siento que es una bonita forma de combatir la violencia de género, tener hijos feministas que propongan amor con tan solo su existencia. Anoto esto para recordarme que no es joda, si no tengo hijos puede ser una tortuga o un hamster.

domingo

El principito y la posverdad


El Principito-que es un libro que detesto, porque me parece la gran estafa, un libro maligno. Hay una cosa en ese libro, de una cursilería sobresaliente, que es hacer creer que la dignidad del individuo está determinada por el amor que recibe de otros individuos. Esa estupidez que dice el Principito hablando al campo de rosas: "Sois muy bonitas pero no sois como mi rosa, mi rosa es única en el mundo porque yo la quiero". Básicamente, la noción que tiene un padre al pensar en un hijo. Pero tú no otorgas dignidad a tu hijo queriéndole: o tiene una dignidad intrínseca ajena a ti o no la tiene. Es como pensar que ciertas ideas tienen más valor porque uno las siente, que es en el fondo la estrategia de mentira de la posverdad, que nos lleva a exponer sentimientos en vez de ideas. Los sentimientos no pueden ser discutidos, sólo pueden ser respetados. La mejor forma de atrincherarte en un mundo inexpugnable desde el punto de vista dialéctico es hablar solo de sentimientos; todos los lenguajes nacionalistas, por ejemplo, son lenguajes sentimentales. Y cada vez la política se está sentimentalizando más; uno tiene que defender a los políticos a los que vota incluso aunque se manden cagadas de libro sólo porque es como tu novia, pero ¡no es tu novia, es un político al que has votado! ¡Tiene que cumplir! Hay otra cosa muy diabólica en El Principito que es la idea de domesticación, cuando aparece el zorro: el niño le dice "te domesticaré y entonces serás único en el mundo como mi rosa". Tiene mucho que ver con lo que hace un adulto con la infancia. Un adulto domestica a un niño, pero es un ejercicio diabólico. El zorro tiene que renunciar a su naturaleza para ser amigo del Principito

* fragmento de ésta entrevista 

La ansiedad y los esquimales


Este verano me puse a estudiar (más) seriamente (respecto a mis anteriores intentos) guaraní. Es una lengua hermosa, en donde las palabras suenan exactamente como deben de sonar y son parte del sentido de la misma, más allá de la arbitrariedad que implica siempre una lengua. Así que pasé el verano pensando en eso mientras volvía caminando a mi casa, pensando en lo aburrida que es la gramática que normativiza todo y que siempre necesita excepciones porque no hay absolutos ni orden totalizante posible. La gramática es la cara obsesiva de la ansiedad, como la sociología ya lo explica, necesitamos rutinizar la existencia porque lo predecible tranquiliza, lo nuevo aterra y amenaza y termina en una guillotina. Entonces la gramática, como la ansiedad, están obsesionadas con el futuro, y que éste sea siempre, lo más posiblemente idéntico al presente. Lo que no se dan cuenta es que así, el presente está condenado por el futuro, aun cuando piensan que están haciendo lo contrario. De la lengua esquimal, por ejemplo, hay una cosa muy bonita que es que no hay tiempos verbales, solo presente. Es una formulación de la enunciación del mundo simple, hablar siempre en presente y luego añadir si hace falta, si es necesario, algún dato temporal.

pd Para demostrar lo incontrolable del transcurrir, este posteo empieza en un verano paraguayo y termina con un esquimal

viernes

Venid e inundad tu corazón de peronismo

Para no estar tan solo

por el querido y tan manijeante Pablo Ramos, lea aquí