sábado

Pampayruna o trabucos milenarios


Antes de cada campaña militar los guerreros solían visitar los prostíbulos de las grandes ciudades. Allí se despojaban un rato de sus ropas de combate y de sus armas y entregaban sus viriles impulsos de soldados a los pampayrunas de los lupanares. Este término quechua no designaba a una bella mujer dispuesta a brindar su cuerpo a cambio de algo. Nada más lejano. Bajo la apariencia femenina del pampayruna había un esbelto muchacho que solía ocultar una virilidad más bien generosa y de dimensiones excepcionales. Existen varias constancias de que en los tiempos del imperio Inca la prostitución era, principalmente, una cosa de y para hombres y era uno de los oficios mejor pagos.
Este fragmento sigue en una muy amena novelita que cuenta la historia sexual de los argentino de la mano de Andahazi, para ver más acá
La foto del post es una de las paredes del Museo travesti de Perú y tienen que entrar a chusmear esta genialidad!

2 comentarios:

  1. que poca madre jajajajajajajaja putos peruanos asquerosos, son la verguenza de toda america jajajajaja

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  2. no hable estupideses hasta en su mexico hay travestis

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