miércoles

No existen los finales felices


Hoy pensaba en una verdad muy triste. Todas las historias, por mas grandiosas, llenas de aventuras, pasiones, invasiones bárbaras, premios Nóbeles en su haber, lindas dedicatorias, Borges y Cervantes, todas y cada una de las historias terminan igual, con algo tan insignificante y mínimo como un puntito. Algo tan tonto como la simple marca del lápiz apoyado sobre el papel es lo que da cierre a todas las historias que atesora la humanidad. Así, hasta los más creativos escritores, tienen problemas para terminar sus historias de una manera no insignificante, boba y cliché. Acaso uno tiene la vanidad de pensar que uno va a ser distinto?

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