No hay nada mas bello que cruzar: la alegría de conseguir algo que hace tiempo estabas buscando y no lo encontrabas, con el confort de no sacarte el pijama hasta las 11 de la mañana ni tus pantuflas de goofie, con la adrenalina de una montaña rusa al clikear en "comprar" y descubrir así, intempestivamente, la concreción del destino manifiesto, a que zona de la ciudad vas a ir a parar en el plazo no mayor a una semana. Y volver chocho (con tu señor cabeza de pasto, tu libro agotado, tu llave con fondo de pantanal, tu entrada al recital) en un bondi que nunca habías tomado de un barrio en el que te perdiste por 45minutos estando a 2 cuadras, feliz, capitalistamente feliz por haber conocido el ph de "la mano invisible".
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