
-Es buen chico papá, si que te respeta, si que te quiere mucho
- ¿Y al pueblo judío?
Ahora, ya, está dando voces y agitando los brazos, en la esperanza de que tal gimnasia lo ayude a no llorar, porque en esta casa basta con que alguien murmure cualquier cosa relativa al amor para que todos los ojos rebosen lágrimas inmediatamente
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