Perón, perón

Creo que Carlos Slim no había comido pera hasta hace poco o no se bien cómo pero lo que es seguro es que estamos viviendo el momento en el que el capitalismo conoció a la pera. Piensen en cuando eran chicos que lo que no era de frutilla era de naranja y se acabó la cosa o por lo menos los que fuimos chicos en Paraguay y vivimos muy felices nuestra infancia en ese binarismo simplificador. Pero fijensé hoy! hay yogures de pera, agua de pera, cremas corporales de pera, pastillitas de pera, chicles y shampues de la fruta en cuestión, extravagantes productos que no encontrábamos en las góndolas del Eki hasta hace unos meses atrás. Y no se sorprendan si dentro de poco encontramos el poett pera para baños, las nuevas pringles pera o toallitas femeninas con fragancia a pera (asi como hay un glade que tiene olor al "amor de mamá"). La cosa es que creo que es un momento historico, un ad hoc para el capitulo 24 del capital, el momento en el que el capitalismo avanza hasta sus ultimas consecuencias sobre un inocente fruto que no nace del olmo.